Guayaquil, 13 de octubre de 2025. Samantha Quenedit, representante de Ecuador en el Miss Grand International 2025, deslumbró en el escenario con un traje típico inspirado en la Iguana Rosada de Galápagos, una especie única de la isla Isabela y símbolo de la biodiversidad ecuatoriana. Su propuesta destacó por la creatividad, el colorido y el mensaje de conciencia ambiental que llevó a nivel internacional.
Un homenaje a la biodiversidad ecuatoriana
El diseño, creado por el equipo de CNB Ecuador con la dirección creativa de Mariella Bustamante, incorporó colores rosa y verdes, detalles escamados y elementos que evocan el hábitat natural de la Iguana Rosada (Conolophus Marthae), considerada en peligro crítico de extinción. Cada detalle del traje buscó reflejar la riqueza natural y la singularidad de Ecuador, conectando moda y conservación ambiental en un mensaje poderoso.
“Queríamos que el mundo conociera la belleza de nuestra biodiversidad y la importancia de protegerla, expresó Samantha durante la pasarela, mientras desfilaba con seguridad y carisma frente a jueces y espectadores internacionales.”
Reacciones y reconocimiento
El traje típico de Samantha generó gran impacto en redes sociales y medios de comunicación locales, quienes destacaron que su propuesta rompió esquemas y puso en foco la conservación de especies endémicas. Los expertos en moda y cultura señalaron que esta participación refuerza la identidad ecuatoriana en concursos de belleza de alcance global.
Más que un traje, un mensaje
Al elegir la Iguana Rosada como inspiración, Samantha Quenedit no solo celebra la fauna única de Galápagos, sino que también promueve la importancia de la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente, temas cada vez más relevantes en certámenes internacionales. Su paso por el Miss Grand International demuestra cómo la cultura, la naturaleza y la moda pueden unirse para transmitir un mensaje poderoso al mundo.
La participación de Samantha Quenedit en el Miss Grand International 2025 con un traje inspirado en la Iguana Rosada marca un precedente para futuros concursos y representa un orgullo nacional. Este logro resalta que la belleza ecuatoriana trasciende fronteras, llevando consigo la riqueza natural y cultural del país, y recordando que proteger nuestra biodiversidad también es un acto de identidad y responsabilidad.
