La Nueva República

INDIGNACIÓN EN GUAYAQUIL POR LENTA RESPUESTA DEL ECU-911 TRAS EXPLOSIÓN DE CAMIONETA EN EL NORTE

Guayaquil, 17 de octubre de 2025 — La explosión de una camioneta en una zona comercial del norte de Guayaquil ha sacudido a la ciudadanía, no solo por el impacto del atentado sino por la demora en la atención del ECU-911, cuyas cámaras y protocolos quedaron bajo cuestionamiento. Usuarios y vecinos denunciaron falta de coordinación y ausencia de acciones inmediatas que pudieron agravar el daño.

l hecho: explosión en una zona concurrida

Según reportes de medios locales, la detonación ocurrió cerca del Mall del Sol, en la avenida Joaquín Orrantia. La camioneta explotó alrededor de las 18:30 (hora local), luego de que se registrara un incendio que precedió la deflagración. El saldo oficial hasta ahora indica una persona fallecida —un taxista que estaba en las inmediaciones del suceso— y varios heridos, entre ellos algunos en estado grave.

Las autoridades también descubrieron un segundo vehículo con explosivos que no detonó y fue neutralizado por la unidad antiexplosivos. En el área, además, se hallaron cuatro cargas sin detonar, con dispositivos electrónicos de activación.

Fallas en el sistema de alerta: desmontando la respuesta del ECU-911

Uno de los puntos más polémicos es la actuación del ECU-911: usuarios en redes sociales se quejaron de que no hubo una rápida movilización ni aviso efectivo para evacuar la zona.

De acuerdo con la Empresa Pública Segura EP, una cámara del ECU-911 captó el inicio del incendio a las 18:30:57 y siguió grabando hasta las 18:35:37, cuando dejó de funcionar por la detonación. Esa falla deja al descubierto una debilidad en la continuidad operativa de las cámaras, justo cuando se requiere máxima vigilancia y reacción.

En la página oficial del ECU-911 se señala que esta emergencia demandó la coordinación de 10 unidades del Cuerpo de Bomberos de Guayaquil y una unidad móvil de Samborondón. Sin embargo, esa coordinación no fue suficiente para responder de forma eficiente las denuncias ciudadanas de demora.

Varios usuarios expresaron su frustración:

“¿Para qué sirve un sistema de emergencias si tarda media hora para movilizarse?”
“Si el ECU-911 no actúa a tiempo, la ciudadanía queda desprotegida.”

Contexto de violencia creciente

Este evento no es aislado. En los últimos meses, Ecuador ha sufrido una ola de atentados con explosivos, especialmente en Guayaquil y sus alrededores, como parte de la crisis de seguridad que atraviesa el país. En este contexto, los ciudadanos demandan no solo medidas reactivas, sino prevención efectiva y coordinación entre organismos de seguridad.

El Gobernador de Guayas, Humberto Plaza, calificó el suceso como «terrorismo plano y llano» y advirtió que los responsables serán capturados y juzgados. Por su parte, el Ministro del Interior, John Reimberg, enfatizó que los aparatos explosivos eran de fabricación profesional y que buscan desestabilizar.

No obstante, esas declaraciones no alivian las críticas sobre la operatividad del sistema de atención ciudadana ante emergencias.

Percepción ciudadana vs. promesas institucionales

La tortuosidad en la reacción del ECU-911 expone una discrepancia entre lo que el Estado promete y lo que los ciudadanos experimentan. Mientras las autoridades insisten en que existe coordinación entre bomberos, policías y el sistema de emergencias, muchos residentes reportan desinformación, ausencia de alertas inmediatas y falta de visibilidad sobre las acciones tomadas.

Ese desfase agrava la sensación de inseguridad: no basta con anuncios de captura y castigo, sino con una plataforma de respuesta rápida, confiable y transparente, capaz de prevenir más muertes en momentos críticos.

Reflexión final: urgencia de reformas y transparencia

La explosión del vehículo en el norte de Guayaquil no solo revela la audacia del crimen organizado, sino las grietas en el sistema institucional encargado de proteger a la ciudadanía. Si el ECU-911 —la pieza clave del sistema de alertas— no logra responder con celeridad, su legitimidad se erosiona en la opinión pública.

Para reconstruir confianza, es urgente:

  1. Auditar el funcionamiento del ECU-911, especialmente sus cámaras y protocolos de activación.
  2. Garantizar transparencia de tiempos de respuesta y coordinación entre organismos.
  3. Capacitar y dotar de recursos a bomberos, policía y unidades especializadas.
  4. Facilitar mecanismos ciudadanos de denuncia y seguimiento.

Guayaquil merece un sistema de emergencias que no solo atienda, sino proteja y prevenga