
Guayaquil, 16 de octubre de 2025. La justicia ecuatoriana se vio sacudida tras el asesinato del juez Marcos Mendoza Pinargote, titular de la Unidad Judicial Penal de Manta, quien era ampliamente reconocido por su participación en el caso Blanqueo Fito, una investigación sobre presuntos delitos de lavado de activos vinculados a la organización criminal “Los Choneros”.
El hecho ocurrió en Montecristi, provincia de Manabí, en las inmediaciones de un colegio, cuando Mendoza fue interceptado por sujetos armados mientras aparentemente se disponía a abordar un vehículo. Su cuerpo quedó tendido sobre la vereda hasta la llegada de la Policía Nacional y los peritos judiciales, que iniciaron el levantamiento del cadáver y las primeras diligencias de investigación.
Contexto del caso Blanqueo Fito
El juez Mendoza se había destacado por su labor en casos de alto perfil, especialmente en el Blanqueo Fito, donde se investigaban operaciones de lavado de dinero relacionadas con redes criminales. Recientemente, Mendoza había sido mencionado por el ministro del Interior, John Reimberg, debido a supuestos intentos de contacto durante la investigación, hecho que generó gran atención mediática y política.
Su papel en este proceso judicial era considerado clave para esclarecer movimientos financieros ilícitos y para garantizar la transparencia en la investigación de los líderes de grupos criminales de gran influencia en la región.
Reacciones del ámbito judicial y político
La muerte de Mendoza ha causado consternación en el ámbito judicial, político y social del país. Colegas jueces, abogados y autoridades han expresado su pesar y solidaridad con la familia del magistrado, destacando su compromiso con la justicia y su trayectoria profesional.
Diversos sectores han manifestado su preocupación por la seguridad de los operadores de justicia, considerando que este hecho evidencia la vulnerabilidad de quienes participan en investigaciones sensibles relacionadas con crimen organizado. Las autoridades han prometido una investigación exhaustiva y la captura de los responsables
La muerte del juez Marcos Mendoza pone de manifiesto los riesgos que enfrentan los operadores de justicia en Ecuador, especialmente aquellos involucrados en investigaciones de alto perfil. Su trayectoria y compromiso con la legalidad dejan un legado que resalta la importancia de la transparencia y la integridad en el sistema judicial. Este lamentable hecho subraya la necesidad de reforzar las medidas de seguridad para proteger a quienes garantizan el cumplimiento de la ley y refuerza el llamado a la sociedad y a las autoridades para preservar la justicia y la confianza ciudadana.






